Política y activismo

  • Desde mi perspectiva anarquista, el antimilitarismo está siempre ligado al antiestatismo y al pacifismo, ya que lucha contra la existencia misma de la institución militar, considerada uno de los pilares del Estado moderno. Este antimilitarismo anarquista ha adoptado diversas formas a lo largo de los años, todas ellas vinculadas a la tradición europea y estadounidense: objeción de conciencia, evasión del servicio militar obligatorio, insubordinación y, por supuesto, desobediencia civil.

  • La noviolencia no es sólo una forma de vida, lo que es más importante, es una poderosa herramienta para el cambio social. Para mí, la noviolencia está estrechamente vinculada a mi concepción del anarquismo. Incluye una comprensión del poder, y el rechazo del poder sobre en favor del poder con - el poder de cambiar el mundo junto con otras personas.

    La noviolencia incluye el respeto por les demás y la creencia de que todo el mundo es capaz de cambiar.

    La noviolencia está estrechamente vinculada al antimilitarismo, el rechazo del sistema y la creencia de que la fuerza y el ejército pueden resolver cualquier problema.

  • A menudo se malinterpreta el anarquismo como caos y/o violencia. Mi forma de entender el anarquismo está estrechamente relacionada con la noviolencia: significa la organización de una sociedad sin jerarquías, basada en el respeto mutuo y la propiedad común de los medios de producción.

    El anarquismo no es una ideología estricta, sino que proporciona un conjunto de valores que me guían en mi pensamiento político y en mi trabajo. El anarquismo no es un proyecto para una nueva sociedad, sino una visión que puede ayudar a crear una sociedad libre, sin jerarquías ni explotación de la naturaleza.

  • La justicia climática es una demanda social y política que aboga por la redistribución del poder, el conocimiento y el bienestar. Propone una nueva noción de prosperidad dentro de los límites naturales y una distribución justa de los recursos, abogando por una verdadera conexión entre los sistemas de conocimiento tradicionales y los occidentalizados. Reclama una ciencia pública y participativa para abordar las necesidades de la humanidad y de la Tierra, principalmente para detener la crisis climática.

    Como tal, la justicia climática debe ser anticapitalista, anticolonialista, antipatriarcal y contraria a cualquier otra forma de opresión, y aspira a un nuevo sistema económico, político y social en armonía con la naturaleza.